Hace un año Elon Musk, fundador de Space X y Tesla, y segundo hombre más rico del mundo, anunció en Saturday Night Live que tiene Síndrome de Asperger, condición que se caracteriza por la dificultad para interactuar de forma social, tener una comunicación no-verbal efectiva, y presentar patrones repetitivos de comportamientos.
Esta revelación de Musk puso en el mapa de la conversación a los multimillonarios neurodivergentes, que son personas que lograron acumular una gran fortuna a la par de que viven con una condición neurológica que no les permite tener un comportamiento típico.
La neurodivergencia es usada para identificar a condiciones como la dislexia, la dispraxia, el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o que pueden pertenecer al espectro autista.
Estas condiciones no son tan infrecuentes como se piensa, por ejemplo, el hijo del exitoso empresario mexicano Javier Burillo Azcárraga fue diagnosticado con TDAH y apraxia, esto lo llevó a crear la organización sin fines de lucro Grant’s Crusade para ayudar a la población neurodivergente a tener una vida plena y productiva donde los miembros de esta comunidad puedan desarrollar todo su potencial.
Otros multimillonarios neurodivergentes
Además de Elon Musk, otros multimillonarios neurodivergentes son Bill Gross, quien tiene una fortuna de 1.5 mil millones de dólares y hace unos años confesó que fue diagnosticado con Asperger.
Richard Branson, empresario de origen británico y fundador del grupo Virgin, que ahora posee una fortuna de 4.2 mil millones de dólares, confesó en 2018 que sufría dislexia (dificultad de leer y escribir a pesar de tener una inteligencia normal), sin embargo, afirma que “la dislexia es sólo una forma diferente y creativa de pensar”.
Charles Schwab, quien actualmente tiene una fortuna de 11.4 mil millones de dólares y que es líder de una importante firma de servicios financieros en Estados Unidos, confesó que también tiene dislexia. Lo mismo ocurre con Ingvar Kamprad, fundador de Ikea, quien decidió nombrar a sus productos con nombres característicos suecos para así poderlos identificar de manera más sencilla en sus inventarios.