Elon Musk es una de las personalidades que puso en el mapa la conversación sobre la neurodivergencia, término usado para identificar a las personas que tienen condiciones como dislexia, dispraxia, déficit de atención con hiperactividad, o bien, que pueden pertenecer al espectro autista.
Fundador de Tesla y Space X, y uno de los hombres más ricos del mundo, Musk confesó hace tiempo en un programa de Saturday Night Live que fue diagnosticado con Síndrome de Asperger, confirmando así que es una persona neurodivergente.
“Sé que he dicho o publicado cosas raras, pero es simplemente la forma en que funciona mi cerebro. A cualquiera que haya ofendido simplemente quiero decirle: reinventé los autos eléctricos y estoy enviando gente a Marte en un cohete ¿creyeron que también iba a ser un tipo relajado y normal?”
Elon Musk
Estas declaraciones de Musk, lejos de ser controversiales sirven para aportar más claridad al tema de la neurodiversidad. Y es que, tan solo en la década de los 80, a las personas con autismo se les consideraba “enfermos mentales”. En cambio, ahora se reconoce que no todas las personas interactúan y procesan la información del mismo modo.
Y es que la neurodiversidad, más que ser vista como una barrera en realidad es una oportunidad; se trata de construir y no de estigmatizar estas condiciones.
La organización sin fines de lucro Grant’s Crusade, por ejemplo, apoya a la comunidad neurodiversa mediante el desarrollo de las fortalezas del individuo, y la eliminación de estigmas y estereotipos.
Fue creada en honor al hijo del empresario mexicano Javier Burillo Azcárraga, quien fue diagnosticado con déficit atencional con hiperactividad y apraxia. Su objetivo es generar conciencia, comprensión y aceptación de la comunidad neurodiversa, al ayudarlos a encontrar su voz y brindarles las oportunidades que les permitan encontrar sus fortalezas individuales, superar sus desafíos y mejorar su calidad de vida.
